Ocampo, Gto.- Entre aulas llenas de risas y aprendizajes, la maestra Dulce María Zúñiga Carrión encarna un testimonio de amor, dedicación y pasión por la enseñanza. Con 26 años de servicio en el sistema estatal y un total de 33 años transformando vidas a través de la educación, su labor es un verdadero faro de inspiración.
La historia de Dulce Zúñiga comenzó a los 14 años, cuando aún cursaba el bachillerato pedagógico y decidió adentrarse en el mundo de la docencia; con una vocación clara y un corazón lleno de sueños, siguió enseñando mientras completaba su licenciatura. Hoy, la maestra Dulce ha tocado las vidas de innumerables estudiantes en los niveles de preescolar, primaria y secundaria.
A lo largo de su carrera, Dulce ha demostrado que en la educación no existe un método perfecto, sino una constante búsqueda de mejora, al saber adaptar sus métodos para exaltar las cualidades y habilidades de cada niña y niño. Su enfoque en el desarrollo integral ha sido su guía, siempre buscando el crecimiento completo de sus estudiantes.
La creatividad y la innovación son el sello distintivo de la maestra Dulce, al participar en proyectos como “Expresarte es un arte”, crear una biblioteca interactiva, y organizar ferias de material didáctico, son solo algunas de las iniciativas que reflejan su incansable deseo de enriquecer la experiencia educativa. Recientemente, desarrolló las estrategias de “Aventuras en papel”, un enfoque lúdico y dinámico que captura la imaginación y el interés de sus estudiantes.
Los logros de Dulce Zúñiga no han pasado desapercibidos, puesto que ha recibido múltiples reconocimientos, destacándose como “Maestra Creativa” en la comunidad docente de la Delegación Regional I. Pero más allá de los premios, lo que realmente brilla son las lecciones de vida que ha aprendido y compartido.
En la comunidad de La Escondida, aprendió sobre la solidaridad y el amor incondicional; en León, descubrió la fortaleza y el control emocional; en el ámbito privado, entendió la importancia de la firmeza y la convicción; y en su actual centro de trabajo, la Primaria Vicente Guerrero, en Ocampo, ha aprendido sobre la excelencia y la resistencia.
Además de ser una docente ejemplar, Dulce Zúñiga ha sido Asesora Técnica Pedagógica (ATP), tutora de docentes de nuevo ingreso, y miembro activo en comités escolares. Sin duda, su autoexigencia y amor se reflejan en un entorno donde sus alumnos y alumnas prosperan.
“Me considero una maestra responsable, que me exijo demasiado, me gusta ser legal, firme, disciplinada, pero también soy amorosa, juguetona y me gusta tener mis propias frases o palabras para entenderme con mis grupos, así que puedo decir que mis alumnos son trabajadores, responsables, y como siempre digo “se les pega lo loquito de su maestra”, porque también demandan actividad y les gusta la alegría dentro del aula” comentó entusiasta la docente.
Dulce Zúñiga también ha sabido integrar la tecnología en su enseñanza, con plataformas modernas como TikTok, YouTube, y WhatsApp, y cada año introduce un “extra” en su currículum, como inglés, escritura en letra cursiva, y este año, lengua de señas mexicanas. Su compromiso con la inclusión es ejemplar; ya que investiga y se capacita constantemente para apoyar a estudiantes con discapacidad, asegurando una verdadera inclusión y logros significativos.
Desde niña, Dulce soñó con ser maestra, y ese sueño se ha convertido en una realidad llena de amor y dedicación, en una misión de vida y vocación que transforma corazones y mentes. Su compromiso con las y los pequeños de Ocampo sigue siendo un faro de responsabilidad y amor, inspirando a generaciones enteras.
Con inmensa gratitud y admiración, la Secretaría de Educación de Guanajuato felicita a la maestra Dulce María Zúñiga Carrión por su dedicación inquebrantable y su pasión por formar ciudadanos ejemplares. Gracias por tu invaluable contribución a la educación y por ser una inspiración para toda la comunidad educativa.