Guanajuato, Gto.– En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, el Dr. Francisco Javier Solórzano Zepeda, Coordinador de la Licenciatura en Médico Cirujano de la Universidad de Guanajuato (UG), resaltó la importancia de mantener hábitos saludables para evitar padecer la también conocida “enfermedad silenciosa”.
“El estilo de vida es muy importante para vivir más, pero sobre todo para vivir mejor”, destacó el médico, por lo que comenzar con estos hábitos desde la juventud permite prevenir no solo la hipertensión, sino también enfermedades como la diabetes y el cáncer.
El Dr. Solórzano explicó que la hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa porque no tiene síntomas; sin embargo, puede presentar complicaciones graves una vez desarrollada, como insuficiencia renal, daño a la retina, infarto al miocardio, insuficiencia cardiaca y otros eventos vasculares, como las hemorragias cerebrales.
Se estima que el 30 por ciento de la población adulta tiene hipertensión, de la cual, el 90 por ciento tiene hipertensión secundaria derivada de una enfermedad subyacente, como insuficiencia renal o enfermedades del sistema endocrino, mientras que el 10 por ciento corresponde a una hipertensión primaria sin una causa identificable.
La hipertensión ocurre cuando la presión arterial tiene una fuerza mayor a lo normal, por lo que, al circular la sangre, la pared de los vasos sanguíneos se va deteriorando gradualmente, lo que da como resultado complicaciones en órganos como el corazón, el cerebro, los ojos y los riñones.
Una presión arterial óptima se considera menor a 120/80 mmHg (milímetros de mercurio), mientras que la presión arterial alta se presenta a partir de los 140/90 mmHg. Aunque la prevalencia es en personas mayores de 40 años, no debe descartarse el tener precaución con los estilos de vida para evitar que la enfermedad aparezca a edades tempranas.
La hipertensión se deriva de hábitos del día a día, como el sedentarismo, el consumo excesivo de sales, sobre todo en alimentos ultra procesados, el sobrepeso u obesidad, tabaquismo, consumo de alcohol, estrés crónico y falta de sueño, así como antecedentes familiares.
Priorizar una alimentación saludable, moverse más, descansar mejor, evitar tabaco, alcohol y monitorear la presión regularmente es fundamental para una vida larga y saludable, destacó el Dr. Solórzano Zepeda.
Finalmente, en cuanto al monitoreo regular de la presión arterial, se recomienda realizarlo a partir de los 18 años, de 3 a 5 años si esta es óptima; a partir de los 40 años o con factores de riesgo, al menos una vez al año; si está elevada, pero no en rango de hipertensión, debe realizarse el monitoreo con mayor frecuencia.
