Si hay una fecha que nos llena de orgullo y nos hace sentir más mexicanos que nunca es el 16 de septiembre, el Día de la Independencia Nacional, cuando en aquella madrugada, Don Miguel Hidalgo hizo sonar las campanas de Nuestra Señora de Dolores para llamar al pueblo a luchar.
Este 2024, la celebración coincide con un fin de semana largo y esto da la posibilidad para viajar, descubrir y conocer los sitios históricos que marcaron el camino hacia la libertad.
¿Te agrada la idea?
Entonces, a continuación, te presentamos algunos de esos sitios que forman parte de uno de los capítulos más importantes de nuestra historia. Así que prepárate para seguir los pasos del ejército Insurgente durante los primeros días del inicio de la Independencia.
Dolores Hidalgo. Un Grito por la Libertad
El recorrido comienza en Dolores Hidalgo, un pintoresco Pueblo Mágico donde México nació y donde las campanas de la catedral repicaron como levantando su voz al cielo llamando a los dioses y haciendo temblar la tierra en la búsqueda por la soberanía.
No hay duda que es una experiencia increíble el presenciar una Ceremonia del Grito en la ciudad donde ocurrió hace más de 200 años. El ambiente es indescriptible.
San Miguel de Allende. El estandarte de un movimiento
A unos minutos de Dolores, se encuentra San Miguel de Allende, otro punto clave en la Ruta de la Independencia, pues aquí se creó el primer Ayuntamiento libre de México. Además, en Atotonilco, el Cura Hidalgo inspiró a sus tropas con la imagen de la Virgen de Guadalupe, considerada la primera bandera Insurgente.
Hoy día, el santuario de Atotonilco se ha convertido en un atractivo turístico único, tanto por su valor histórico, como cultural, pues las hermosas pinturas que adornan sus muros le han valido el apodo de “La Capilla Sixtina Mexicana”.
Guanajuato Capital. La victoria que marcó el camino
El 28 de septiembre de 1810, el ejército insurrecto llegó a Guanajuato, donde se libró una violenta batalla que culminó con la rendición de los españoles.
Todos conocemos la heroica acción de “El Pípila”, quien prendió fuego a la puerta de la Alhóndiga de Granaditas para que las tropas de Hidalgo pudieran entrar, marcando con ello, la toma de la ciudad. Esta victoria vistió de héroes a nuestros padres de la Independencia.
Actualmente, la Alhóndiga de Granaditas es un museo que resguarda una impresionante cantidad de piezas que relatan este y otros pasajes de nuestra historia. En sus paredes encontrarás majestuosos murales que nos cuentan un relato lleno de orgullo y pasión, el relato de nuestro México.
Celaya. La llegada de los héroes
El 21 de septiembre de 1810, las cuadrillas independentistas llegaron a esta preciosa ciudad, donde fueron recibidas con gran apoyo por parte de los pobladores, esto permitió aumentar significativamente el número de las tropas.
Durante la estancia en Celaya, Miguel Hidalgo fue nombrado Capitán General del Ejército Insurgente e Ignacio Allende, Teniente General.
Durante el movimiento armado, este fue un punto estratégico, pues su geografía facilitaba el movimiento de soldados y suministros. También representa el espíritu de resistencia ante el dominio español.
Irapuato. Forjando una nación
Durante la batalla, los Insurgentes comenzaron a resentir la escasez de arsenal. En su paso por este poblado, las fuerzas criollas construyeron cañones de madera para mitigar la falta de armamento y, con ello, demostrar una asombrosa capacidad para adaptarse a las circunstancias.
Visitar la Capital de las Fresas implica conocer la Casona de Agustín de Iturbide. Cuentan por ahí que desde el balcón de esta finca se leyó una de las cartas más importantes que anunciaba la Independencia de México.
La Ruta de la Independencia es un testimonio de valentía y sacrificio de quienes dieron la vida por un ideal. Este es el legado de nuestros héroes, un símbolo de unidad que nos une como una nación orgullosa de sus raíces, de su cultura y de su historia.
Aprovecha este fin de semana siguiendo los pasos de Hidalgo, Allende y de todos aquellos que inspiraron a otros héroes, como Morelos y Vicente Guerrero, a continuar con la visión de una tierra libre para su gente. Todos ellos pusieron los cimientos para que hoy podamos gritar con alegría…
¡Que viva México!