La Semana Santa tiene, sin duda, un profundo significado religioso para los católicos en todo el mundo y, por supuesto, en México.
Guanajuato es rico en cultura y tradición. Además, ofrece una experiencia única para aquellos que buscan vivir su fe, pero con un extra, nos referimos a la impresionante historia y arquitectura que caracterizan a este Estado.
Te invitamos a descubrir algunos de los sitios más importantes de la entidad para visitar durante este periodo de descanso, pero, sobre todo, de reflexión y contacto con la fe.
Templo Expiatorio
En el corazón de la ciudad de León, se encuentra una joya arquitectónica, uno de los templos más bellos del Estado, nos referimos e El Expiatorio. Dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, lo caracteriza su estilo neogótico.
La construcción del Templo Expiatorio tomó, casi, 100 años, comenzando en 1921 y fue hasta 2012 cuando los trabajos concluyeron para la visita del, entonces, sumo pontífice, el Papa Benedicto XVI. Diversos arquitectos y líderes religiosos contribuyeron en distintas etapas de su edificación. La peculiaridad de este templo es que fue financiado por donaciones de creyentes.
Los impresionantes vitrales representan diversos pasajes religiosos significativos, estos iluminan y dan vida al interior del templo para crear un ambiente reflexivo y de espiritualidad. Además, cuenta con más de veinte altares y siete criptas que, junto a las capillas y pasadizos, forman un laberinto.
Este es un lugar donde la fe y la historia se entrelazan de manera fascinante. Su historia y majestuosidad hacen aún más significativa la experiencia para quienes buscan una conexión espiritual.
Santuario de Atotonilco
Se ubica a, aproximadamente, 30 kilómetros de Dolores Hidalgo y a 14 de San Miguel de Allende, es un destino religioso único en Guanajuato. Este majestuoso santuario, construido en el siglo XVIII y dedicado a Jesús Nazareno, es un ejemplo sobresaliente de arquitectura religiosa en México.
De fachada simple, tiene un interior impresionante decorado con pinturas murales realizadas por Miguel Antonio Martínez a lo largo de treinta años. Un dato curioso es que utilizó, exclusivamente, la luz natural del día para realizarlas. Estas obras de arte representan diversos pasajes y figuras religiosas, mismas que recuerdan el estilo de las pinturas flamencas.
Además de ser un sitio para la profesión religiosa, el Santuario de Atotonilco fue escenario importante durante la lucha por la Independencia, pues fue en este preciso lugar donde el Ejército Insurgente tomó el estandarte de la Virgen María como su bandera. Sin duda alguna, es un sitio donde la fe y la historia convergen.
Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato
La Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato es un ícono de la capital de la entidad. Construida entre 1671 y 1696; de estilo barroco, alberga una imagen de la Virgen que se ha convertido en la patrona de la ciudad. La escultura de la Virgen y el Niño, con una peana de plata repujada como base, fue donada por los Reyes Carlos I y Felipe II en reconocimiento a la prosperidad minera de Guanajuato en 1557.
Al entrar a esta iglesia, quedarás impactado por su impresionante cúpula, símbolo del esplendor de la minería que, durante muchos años, imperó en la región. Además, la Basílica alberga comparte una sección que está dedicada al santo patrón de los mineros, San Nicolás Tolentino.
El edificio es un testimonio de la rica historia y patrimonio de Guanajuato, una postal que da testimonio de la riqueza mineral y la profunda fe quienes han habitado este pueblo.
El Cerro de El Cubilete
El Cristo Rey del Cubilete es un monumento impresionante en la cima de este cerro. Con una altura de 2,600 metros sobre el nivel del mar, esta majestuosa estatua de metal mide 20 metros de altura y pesa 80 toneladas.
Se erigió como un símbolo de resistencia durante la Guerra Cristera, un conflicto religioso en México. La escultura de Cristo es un permanente recordatorio de la importancia de la fe en la historia de la sociedad mexicana.
El sitio también alberga una moderna basílica y un museo Cristero, único en México, que muestra objetos, fotografías, entrevistas grabadas y más relacionados con esta parte de la historia de nuestro país.
La importancia de este sitio de fe es tal que fue inmortalizada por José Alfredo Jiménez, quien rinde un homenaje al Cristo de la Montaña en la letra de una de sus más famosas composiciones: Caminos de Guanajuato.
Parroquia de San Miguel Arcángel
Esta Parroquia es un símbolo icónico, no solo de San Miguel de Allende, sino todo México. Construida en 1709, esta iglesia presenta un impresionante estilo barroco con torres puntiagudas y arcos ojivales. Su interior alberga óleos de los siglos XVII y XVIII, realizados por reconocidos pintores de la época.
Frente a la parroquia, el Jardín Principal es el centro de reunión para familias y amigos. Es un lugar donde los visitantes pueden disfrutar de la atmósfera vibrante de la ciudad para capturar las icónicas y obligadas fotografías con la iglesia como escenario, además de ser solo una pequeña muestra de lo que San Miguel de Allende, una de las ciudades más bellas del mundo, tiene para ti.
Parroquia de Nuestra Señora de Dolores
Para finalizar, pero no menos importante, te recomendamos visitar el lugar donde ocurrió el acontecimiento más importante de la historia de México, el Grito de Dolores.
Fue en septiembre de 1810 cuando Miguel Hidalgo hizo sonar las campanas para llamar a la gente a levantarse para luchar por la soberanía y con ello, dando inicio a la lucha por la Independencia, donde los héroes que dieron su vida por esta gran nación trascendieron la inmortalidad convirtiéndose en leyendas.
La parroquia fue construida en 1778. En su fachada, de estilo barroco, destacan preciosos ornamentos y, en su interior, podrás encontrar y contemplar elementos arquitectónicos de la época.
Se trata de un destino enriquecido por la historia, la fe y la cultura, lo que lo convierte en un lugar excepcional para vivir una Semana Santa llena de espiritualidad.
¡Disfruta Guanajuato y más!