Si bien, Guanajuato es conocido por su rica historia, su impresionante arquitectura y el sabor de su gastronomía, también tiene un lado dulce y delicioso, envuelto por toda una tradición que continúa hasta nuestros días. Esto se fusiona con el ingenio de los cocineros para crear una variedad de dulces que representan a la autenticidad misma de la región.
Charamuscas. Dos Siglos de Tradición
¿Qué obtienes al mezclar piloncillo, agua y mantequilla? ¡Así es, las deliciosas Charamuscas! La combinación de estos ingredientes, llevada al punto exacto de cocción, resulta en esta sabrosa golosina que es sello de este Estado, pues solamente aquí las puedes encontrar en distintas formas como: churros retorcidos, momias, quijotes, etc. El límite, es la imaginación.
Algunos maestros en la preparación de este dulce agregan sabores como coco o nuez, esto da a las Charamuscas un toque especial a esta tradición bicentenaria que tienes que probar.
Jamoncillos. Arte en Dulce de Leche
Su nombre podría sugerir otra cosa, pero la realidad es que los Jamoncillos son elaborados con azúcar y leche. El resultado puede parecer muy sólido a la vista (como un confite), pero al tacto es suave y basta un pequeño apretón para que sientas esa rica sensación de probarlos.
Presentados en forma de barra, bloques o rombos, suelen estar decorados con nueces enteras o en trozos que, combinados son toda una experiencia de texturas y sabor.
Helados de Dolores Hidalgo. ¿Te atreves a probarlos?
Dolores Hidalgo es un Pueblo Mágico que es conocido por ser la Cuna de la Independencia Nacional, pero, por otro lado, también es famoso por sus irresistibles nieves.
En la Plaza Principal de la ciudad encontrarás incontables establecimientos donde las puedes encontrar. No hay nada mejor que un cálido atardecer en esta ciudad acompañado por un rico helado de vainilla, chocolate o limón. Ahora, si lo tuyo es probar cosas nuevas, los heladeros dolorenses también ofrecen sabores como: aguacate, mole, chicharrón o tequila.
Tal vez parezca extraño ver helados de sabores un tanto exóticos, pero te aseguramos que están deliciosos.
Tumbagones. El Dulce de la Fidelidad
Hecho con pasta de trigo, naranja, anís, canela y espolvoreado con azúcar glas, lleva consigo una historia tan intrigante, como divertida.
Esta golosina tiene forma de anillo y, al comerlo, hay que colocarlo en un dedo, la gente cuenta que, tras el primer mordisco, si el Tumbagón se rompe, entonces queda en evidencia la infidelidad de una persona. Es por ello que, en San Miguel de Allende, también es conocido como El Dulce de la Fidelidad.
Hoy día, suena curiosa y graciosa la historia que gira alrededor de este dulce. Lo cierto es que esta leyenda le da a los Tumbagones un toque especial dentro del folclore guanajuatense.
Cajeta. De Celaya para el Mundo
¿A quién no le gusta el dulce de leche? Es un hecho que a todos nos encanta por su cremoso sabor que disfrutamos solo o con nuestra pieza de pan favorito.
Esta joya culinaria tiene a Celaya como la meca de su preparación, misma que se hace con leche de cabra que se cuece por, aproximadamente, cuatro horas. El resultado no es otro que ese riquísimo manjar que es delicia de chicos y grandes.
¿Sabías que una forma tradicional de envasar la cajeta es en pequeños cajetes? ¡En efecto!, y permítenos contarte que un cajete es un recipiente hecho de madera para contener cosas. De hecho, se cuenta que este dulce de leche recibe su nombre precisamente por lo cajetes cilíndricos en los que se almacena.
En este municipio encontrarás variantes de la cajeta como la quemada, que tiene un tiempo de cocción más largo, la envinada o de vainilla. Todas son exquisitas y a penas al probarlas, en tu rostro se dibujará una pícara sonrisa, justo como en aquellos días, cuando de niños, probábamos nuestros dulces favoritos.
Descubre el lado dulce de Guanajuato, donde cada bocado es un vínculo con la más rica cultura y tradiciones que hacen de este destino, un lugar verdaderamente único.
¡Disfruta Guanajuato y más!