Abasolo, Gto.- El territorio del Estado fue una zona fronteriza entre mesoamérica y aridoamérica, habitada en diferentes tiempos por sociedades prehispánicas, tanto sedentarias como nómadas.
Hoy en día, gracias a estos asentamientos, podemos contar con impresionantes vestigios arqueológicos en diferentes puntos que muestran la diversa riqueza cultural que desarrollaron nuestros antepasados, de los cuales se mantienen cinco zonas arqueológicas abiertas al público y que dan testimonio de la vitalidad regional en la época prehispánica.
Peralta es una de ellas y se encuentra en el municipio de Abasolo, este sitio tiene una arquitectura monumental que constituye una de las mayores expresiones constructivas de la población que vivió en “el bajío”.
Su destacable estilo arquitectónico cuenta con seis distintos trazos de montículo y patio hundido.
Los grupos prehispánicos que vivieron ahí practicaron la agricultura de temporal en terrazas, en las laderas de los cerros y, muy probablemente, aprovecharon las crecientes del Río Lerma para sembrar en algunas partes de la planicie. Los espacios con los que cuenta esta zona son de carácter religioso, aunque predominan los espacios habitacionales y destacan también los que fungieron como áreas administrativas.
Aún se desconoce el periodo específico en que fue ocupada esta zona, pero se sabe que su cronología principal es Clásico Temprano, del 300 al 750 d. C.
Visita el museo del sitio en donde podrás apreciar piezas encontradas durante la excavación arqueológica, entre esas piezas destacan utensilios domésticos encontrados en el interior del patio circular lo que permite dimensionar la actividad cotidiana que vivían los antiguos ocupantes.
Aprovecha tu paseo y luego de visitar esta zona arqueológica puedes recorrer el centro histórico de Abasolo y su parroquia de la Santísima Virgen de la Luz, o darte un chapuzón uno de los famosos balnearios de la región, como La Caldera y Los Pinos.
¡Disfruta Guanajuato y más!