CDM.- A partir de los 40 años de edad, las mujeres deben acudir anualmente a revisión ginecológica para detectar de manera oportuna el cáncer epitelial de ovario, uno de los tumores más agresivos y letales si no se detecta a tiempo, que cada año afecta a más de tres mil mexicanas, informó el jefe del Departamento de Ginecología Oncológica del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), David Isla Ortiz
En entrevista por el Día Mundial del Cáncer de Ovario, que se conmemoró el pasado 8 de mayo, señaló que en la etapa inicial del tumor no hay síntomas o son mínimos e inespecíficos; esto dificulta el diagnóstico clínico, y a su vez ocasiona que entre 70 y 80 por ciento de los casos se identifiquen en fase avanzada.
Explicó que conforme crecen las tumoraciones inician los síntomas, entre los que se encuentran: dolor abdominal o pélvico, aumento del tamaño del abdomen o distensión abdominal persistente, necesidad de orinar con frecuencia, pérdida de peso, cansancio y debilidad.
Indicó que, ante la manifestación de cualquiera de esos síntomas, es necesario acudir con una persona especialista en ginecología, quien debe realizar un ultrasonido de los órganos internos femeninos, para identificar algún tipo de tumoración. “Una paciente diagnosticada durante la primera fase de la enfermedad tiene sobrevida de hasta 90 por ciento”.
Recordó que toda mujer que no cuenta con seguridad social que padece los síntomas de tumor de ovario, puede acudir al INCan para recibir atención especializada. Cada año este instituto brinda tratamiento de quimioterapia o quirúrgico a 250 mujeres con esta neoplasia.
Los principales factores de riesgo para desarrollar un tumor de ovario son la edad -después de la menopausia-, tener antecedentes familiares de la enfermedad, mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2, menarca temprana o menopausia tardía, obesidad, sedentarismo y tabaquismo.
Isla Ortiz señaló que la cirugía es la piedra angular del tratamiento, seguido de la quimioterapia. Las pacientes que desarrollan tumores debido a mutaciones genéticas reciben terapia dirigida, que consiste en suministrar medicamentos diseñados para “tener como blanco” las células cancerosas sin afectar a las normales.
Destacó que desde el 2011 el INCan cuenta con el Programa de Cáncer de Ovario y Endometrio, con el objetivo de garantizar el acceso al tratamiento y estudios diagnósticos; capacitar a profesionales de la salud del primer contacto, médicas y médicos generales, familiares y con especialidad en ginecología; desarrollar investigación e informar a la población sobre esta enfermedad a través de trípticos y pláticas.